La actual fachada principal de la Basílica del Pilar es el resultado de una cuidadosa integración de elementos de diferentes épocas:
El tímpano románico conecta con el origen medieval del templo.
Las estatuas de santos y los ángeles músicos aportan espiritualidad y devoción.
El altorrelieve de Pablo Serrano introduce un lenguaje contemporáneo perfectamente armonizado.
Las placas conmemorativas subrayan la dimensión universal de la Basílica en la historia de la Iglesia.
Por todo ello, esta fachada no es solo una entrada monumental: es un verdadero recorrido escultórico por la historia del Pilar y de Zaragoza.
Un templo con siglos de historia
El origen medieval
El actual templo tiene sus raíces en el siglo XII. De aquella época se conserva uno de los elementos más antiguos que podemos ver hoy: el tímpano románico que presidía la puerta del primitivo templo. Situado actualmente sobre una de las ventanas de la fachada principal, es visible desde la Plaza del Pilar, cerca de la fuente de los niños y peces de Francisco Rallo.
Motivo: un crismón rodeado de flores, probablemente margaritas, con significado eucarístico.
Datación: finales del siglo XII.
Este primer templo fue destruido por un incendio en 1434. Posteriormente se levantó una iglesia gótica con detalles mudéjares y renacentistas: la iglesia de Santa María la Mayor, que alojaba la capilla de la Virgen en el claustro.
De la iglesia gótica a la Basílica barroca
Con el paso del tiempo, la devoción a la Virgen del Pilar y el crecimiento de Zaragoza hicieron necesario un templo más amplio. Así, en el siglo XVII se diseñó la actual Basílica barroca bajo la dirección de Francisco Herrera el Mozo. El nuevo templo se convirtió en un referente arquitectónico:
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Dimensiones: 130 metros de largo por 76 metros de ancho.
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Distribución: cuatro fachadas con diversas puertas y torres.
Rodear por completo la Basílica es la mejor manera de apreciar su monumentalidad y riqueza artística.
La evolución de la fachada principal
De pared sobria a fachada monumental
Hasta mediados del siglo XX, la fachada sur (hoy la fachada principal) era un muro de ladrillo, articulado por pilastras de piedra y con dos puertas rematadas por frontones triangulares.
Las transformaciones urbanas de los años 40, especialmente la apertura de la calle Alfonso I, crearon una nueva perspectiva hacia el templo. Aprovechando esta oportunidad, se llevaron a cabo obras de rehabilitación que incluyeron la decoración escultórica actual.
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Periodo: 1937-1975 (periodo franquista).
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Promotor: Junta del Patronato.
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Propietario: Cabildo Metropolitano.
Conjuntos escultóricos de la fachada
El tímpano románico
El tímpano románico sigue siendo un testigo del pasado medieval de la Basílica. Su ubicación actual lo convierte en un punto de referencia para los visitantes que inician el recorrido por la fachada.
Ángeles músicos
Sobre las dos puertas laterales de la fachada encontramos dos parejas de ángeles músicos, obra de Antonio Torres Clavero (1952-1954):
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En la puerta occidental: dos ángeles tocando tubas.
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En la puerta oriental: un ángel cantando y otro tañendo una lira.
Estas esculturas aportan un toque de espiritualidad y armonía visual.
Estatuas de los santos
Uno de los elementos más destacados de la fachada son las ocho estatuas de santos situadas sobre la balaustrada superior, sobre pedestales que las elevan en un impresionante equilibrio visual:
Zona | Santos representados | Institución patrocinadora |
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Puerta cercana a la Fuente de la Hispanidad | San Vicente de Paúl, San José de Calasanz | Congregación de Hermanos Paúles, Padres Escolapios |
Cuerpo central | Santa Isabel de Portugal, San Braulio, San Valero, Santa Engracia | Diputación de Zaragoza, Cámara de Comercio e Industria, Ayuntamiento de Zaragoza, Diputación de Huesca |
Puerta cercana al Ayuntamiento | San Vicente Mártir, Santiago | Caballeros del Pilar, Cabildo Metropolitano |
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Material: piedra de Pitillas (Navarra).
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Autores: Antonio Torres Clavero (siete estatuas y escudo del Cabildo) y Félix Burriel (San Vicente de Paúl).
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Fechas: 1949-1954.
Estas esculturas reflejan la profunda vinculación de Aragón y Zaragoza con la tradición cristiana y con la Virgen del Pilar.
El escudo del Cabildo
Entre las estatuas del cuerpo central se encuentra el escudo del Cabildo, también tallado en piedra (4,20 x 2,20 m), que refuerza el carácter institucional y simbólico de la fachada.

El altorrelieve de la Virgen del Pilar de Pablo Serrano
El gran protagonista de la fachada es el altorrelieve central de la Venida de la Virgen del Pilar, obra del reconocido escultor aragonés Pablo Serrano (1969):
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Material: piedra caliza blanca.
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Composición: más de 30 figuras en torno a la Virgen, en una escena vibrante y profundamente simbólica.
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Proceso creativo: tres años de trabajo y siete bocetos previos.
El relieve fue concebido como un retablo exterior contemporáneo, perfectamente integrado en la fachada barroca. Ha sido escenario de numerosos actos públicos, incluyendo la famosa Ofrenda de flores de las Fiestas del Pilar.
Placas conmemorativas
Junto a la puerta oriental encontramos dos placas dedicadas a los pontífices:
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Papa Pío XII: mediorrelieve conmemorativo de la concesión del título de basílica en 1948.
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Papa Juan Pablo II: mediorrelieve recordando sus visitas de 1982 y 1984.
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Autor: Manuel Arcón.
Bibliografía
Ara Fernández, Ana: La decoración escultórica del Pilar en el siglo XX: la obra de Antonio Torres, Artigrama nº 19, 2004.
Anson, Arturo y Belén Boloqui: Zaragoza barroca. Basílica de Nuestra Señora del Pilar, Guía Histórico-Artística de Zaragoza, 2008.
Castillo, Blanca y Gil, Mª Cristina: Primeras notas de la investigación sobre la obra del escultor Antonio Torres Clavero, Boletín del Museo e Instituto de Humanidades «Camón Aznar», nº XLI, 1990.
Torralba, Federico: El Pilar de Zaragoza, Everest, León, 1974.
Cerra, Armando: Tríptico sobre la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, 2024.