Fachada de la basílica de Nuestra Señora del Pilar

  • Autor/es: SERRANO AGUILAR, Pablo (Escultor) ARCÓN, Manuel (Escultor) TORRES CLAVERO, Antonio (Escultor) BURRIEL, Félix (Escultor)
  • Colaboradores: En el modelado y talla de las esculturas dirigidas por Antonio Torres fue ayudado por Jacinto Suárez y por los canteros José Muñoz, Manuel Macia y Basilio Sorolla.
  • Emplazamiento: Plaza del Pilar
  • Periodo: [1937-1975] Periodo Franquista
  • Materiales: Piedra
  • Cronología: Salvo el tímpano románico, que es del siglo XII, colocado como un vestigio del templo medieval, el aspecto de la actual fachada es sobre todo el resultado de las decoraciones llevadas a cabo en los años cincuenta tras las obras de rehabilitación del templo, que amenazaba ruina. De entonces data el relieve con la efigie de Pío XII, al que se añadió en los años ochenta otro representando a Juan Pablo II.
  • Promotor: La Junta del Patronato
  • Propietario: Cabildo Metropolitano

Crónica

La fachada principal de la basílica del Pilar está adornada por cuatro conjuntos escultóricos:

1º.- Tímpano románico en piedra con el relieve labrado con un crismón rodeado de flores simplificadas que pueden interpretarse como margaritas, con un significado eucarístico.

Románico, finales del siglo XII. Procede de la puerta del primitivo templo medieval del Pilar.

2º.- Sobre cada una de las dos puertas en arco de medio punto de sus extremos hay dos ángeles músicos recostados en las enjuntas de cada arco. En la puerta occidental se representan tocando sendas tubas y en la occidental, un ángel con una banda extendida y expresión de cantar y el otro tañendo una lira

Piedra. Son obra de Antonio Torres Clavero, realizados en 1952-1954.

3º.- Sobre la balaustrada que remata la fachada del templo, ocho estatuas de santos. Sobre la puerta occidental: San Vicente de Paúl y San José de Calasanz. Sobre el cuerpo central: Santa Isabel de Portugal, San Braulio, San Valero y Santa Engracia. Entre estas cuatro estatuas, el escudo del Cabildo, tallado también en piedra (4’20 x 2’20 m). Sobre la puerta oriental: San Vicente Mártir y Santiago. Realizados en Piedra de Pitillas (Navarra) por Félix Burriel (la de San Vicente de Paúl) y Antonio Torres (autor de siete estatuas y del escudo del cabildo ) en 1949-1954. Cada estatua fue pagada por las siguientes instituciones o asociaciones: San Braulio por la Cámara de Comercio e Industria, San Valero por el Ayuntamiento de Zaragoza, Santiago por el Cabildo Metropolitano, Santa Isabel por la Diputación Provincial de Zaragoza, San Vicente Mártir por los Caballeros del Pilar, San José de Calasanz por la comunidad de Padres Escolapios, Santa Engracia por la Diputación de Huesca y San Vicente de Paúl por la Congregación de Hermanos Paúles.

4º.- En el centro de la fachada: Altorrelieve de la Venida de la Virgen del Pilar con 34 figuras, medias figuras y cabezas talladas. Realizado en piedra caliza blanca por Pablo Serrano en 1969.

5º.- Dos placas conmemorativas junto a la puerta oriental: 1ª: Efigie del rostro de Papa Pío XII en medio relieve de perfil y en un tondo, conmemorativa de la concesión del título de basílica al templo del Pilar el 24 de junio de 1948. 2ª. Efigie del rostro del Papa Juan Pablo II, en medio relieve de perfil y en un tondo, conmemorativa de sus dos visitas al Pilar el 6 de noviembre de 1982 y los días 10 y 11 de octubre de 1984, por Manuel Arcón.

Comentarios

La fachada meridional del templo del Pilar es una acumulación escultórica de la segunda mitad del siglo XX, pues hasta entonces, era un lienzo de pared de ladrillo articulado por pilastras de piedra, con las dos puertas, en arco de medio punto bajo frontones triangulares, en cada extremo. Es de las mismas dimensiones que las que tenía aproximadamente la primitiva plaza del Pilar, no como la vemos ahora, debido a la transformación urbana llevada a cabo en 1940, que suprimió bloques de casas que las separaban dos placetas en sus extremos. Era una fachada sobria y desornamentada, entre otros motivos, porque nunca tuvo una perspectiva desde la ciudad tal como ahora se puede contemplar, resultado de la apertura de la calle de Alfonso I, de trazado rectilíneo y perpendicular desde el Coso al centro de la misma, y de la construcción de la cúpula central, levantada por los mismos años, entre 1866 y 1869.

El altorrelieve de Pablo Serrano, obra tan reciente, es el que ahora constituye el centro de esta perspectiva. Fue una obra escultórica muy bien recibida por la crítica y la prensa porque poco antes, en 1965, había fundido en bronce las dos grandes estatuas de san Valero y del Ángel de la ciudad que se había colocado a ambos lados de la puerta del ayuntamiento. El artista lo concibió como un retablo exterior. La preparación y realización del altorrelieve le llevó tres años e hizo siete bocetos previos con fotomontajes de la fachada para estudiar los efectos de luces y sombras sobre las figuras del altorrelieve.

Bibliografía

  • ARA FERNÁNDEZ, Ana: “La decoración escultórica del Pilar en el siglo XX: la obra de Antonio Torres”, Artigrama, nº 19, 2004, pp. 453-471.
  • ANSON, Arturo y Belén BOLOQUI: “Zaragoza barroca. Basílica de Nuestra Señora del Pilar”, en Guía Histórico-Artística de Zaragoza. Ayuntamiento de Zaragoza, 2008.
  • CASTILLO, Blanca y GIL, Mª Cristina: “Primeras notas de la investigación sobre la obra del escultor Antonio Torres Clavero. 1889-1971”, Boletín del Museo e Instituto de Humanidades “Camón Aznar”, nº XLI, 1990, pp. 47-73.
  • TORRALBA, Federico: El Pilar de Zaragoza, Everest, León, 1974.

Autor de la Ficha: Manuel GARCÍA GUATAS