No hay duda de que la basílica del Pilar es el corazón de Zaragoza, su símbolo más reconocible y un centro de peregrinación cristiana para aragoneses, españoles y numerosos ciudadanos del resto del mundo. Y el Cabildo quiere potenciar todavía más ese valor. Por eso prevé someterla a una rehabilitación integral con la mirada puesta en 2040, que es cuando se celebrará el bimilenario de la Venida de la Virgen. La tradición pilarista dice que el 2 de enero del año 40 María visitó en carne mortal al apóstol Santiago para animarle en su fe e instarle a construir la capilla que sería el primer templo mariano de la cristiandad.
Se trata de un proyecto “de interés para toda la Archidiócesis y avalado por el Arzobispo” que, por ahora, como relatan desde la institución religiosa, está en el “punto cero”, en la línea de salida. Pero el objetivo es que dentro de dieciséis años se haya convertido en una realidad.
Las obras de rehabilitación, que afectarán tanto al exterior como al interior de la basílica, así como a las pinturas, como las de Francisco de Goya o los hermanos Bayeu, y los elementos artísticos que alberga, son solo una parte de los planes. También pasan, según relatan, por llevar a cabo trabajos de difusión y márquetin adecuados que potencien todavía más el papel de la ciudad y la basílica del Pilar como punto de peregrinaje. Igualmente, la intención es organizar diversas actividades religiosas con motivo de la efeméride.
El coste y la duración de las obras deberá determinarse en función de los proyectos que se elaboren con posterioridad, que tendrán que ser especialmente delicados y detallados teniendo en cuenta el valor patrimonial, artístico, religioso y emocional del objeto de la intervención. Se prevé que sea, no obstante, una actuación de gran magnitud. Desde el Cabildo recuerdan que se está pendiente en la actualidad de la rehabilitación de las torres que se vieron afectadas por la caída de cascotes, por lo que una vez hayan culminado estas obras se podría comenzar con las siguientes. Indican que no querían que después de estas actuaciones el resto de la basílica no se rehabilitara también.
Visto bueno de Patrimonio
En estos momentos, la Comisión Provincial de Patrimonio del Gobierno de Aragón acaba de dar el visto bueno a las últimas modificaciones del proyecto inicial, según informan las mismas fuentes, hace poco más de una semana. El objetivo es comenzar las obras después de las Fiestas del Pilar, aunque no concretan todavía durante cuánto tiempo se prolongarán ni tampoco a cuánto ascenderá finalmente la inversión económica. Se llegó a hablar en 2023 de dos años y tres millones de euros, pero posteriormente el Cabildo Metropolitano consideró necesario retomar desde cero la restauración y encargársela al arquitecto especializado en patrimonio histórico Javier Ibargüen.
Tres de las torres, donde se registraron desprendimientos, permanecen valladas por seguridad a la espera de que se acometan los trabajos y ya se han colocado también algunos andamios. El pasado mes, la unidad de drones del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza colaboró con los trabajos previos inspeccionando las zonas más altas con el objetivo de conocer con mayor precisión cuáles son los puntos concretos de actuación y aportar mayor documentación mediante recursos audiovisuales.
Además, el Ayuntamiento, a través de una comisión de seguimiento, prestará asesoría técnica y medios auxiliares a la propiedad de la basílica para ejecutar los trabajos y se redactará un plan de seguridad y salud para proteger la plaza del Pilar, en la medida de lo posible, de las afecciones provocadas por las obras. Participarán técnicos municipales de Urbanismo, Policía Local y Cultura, así como personal del propio Cabildo.