Situación urbanística de la Plaza del Pilar

La Plaza de Nuestra Señora del Pilar o simplemente Plaza del Pilar es uno de los centros populares más concurridos en Zaragoza, España. En ella se encuentra la Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar, donde es venerada la advocación mariana homónima. Es conocida con el sobrenombre de «el salón de la ciudad», ya que en ella se realizan numerosas fiestas públicas. También se le suele llamar Plaza de las Catedrales, pues aquí se encuentran las dos catedrales de Zaragoza: la Seo y el Pilar. A la plaza se accede por medio de las calles Don Jaime I y Alfonso I.

En esta plaza se encuentran, además de la Basílica del Pilar, edificios como la Lonja, el Ayuntamiento, la Fuente de la Hispanidad, la Catedral del Salvador (La Seo), algunos juzgados y el Monumento a Goya.​ Se halla también, cerca de la Lonja, el cenotafio del pintor Francisco de Goya.

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Plaza del Pilar, con la basílica a la izquierda

Historia

Se conoce la existencia de la plaza, aunque de menores dimensiones a las actuales, desde el siglo XVI, donde básicamente se celebraban actos de diversión para el pueblo de la capital de Aragón. Ya antes, en el siglo XIII, el espacio que hoy ocupa la plaza había servido de cementerio para la población de Zaragoza, de acuerdo a un mandato del obispo Sancho de Ahonés. Este hecho es certificado por un codicilo de 1343.

Juan de Arruego señala que en 1647 la plaza era considerada un lugar de diversiones profanas en Zaragoza, pues ese año se solicitó a la Congregación de Ritos que no se ejecutará procesión alguna en dicho espacio, con excepción de la de Santa Ana, concedida por privilegio apostólico.

La reforma barroca hecha al Pilar en 1681 provocó la ampliación de la plaza hasta la fachada del Pilar.​ Se suscitó un problema debido a la altura del espacio, pues llegaron a ser necesarias gradas para bajar al templo del Pilar. El 26 de noviembre de 1717, el Cabildo de Zaragoza llegó a la conclusión de que debía desmontarse la plaza a fin de evitar el derribamiento de numerosas casas y edificios aledaños a la construcción. La obra comenzó ese mismo día y se completó con éxito el 2 de enero de 1718. En total, fueron retirados casi trece mil estados de tierra. Hasta entonces, se le conocía vulgarmente como «escalerillas del Pilar».

En 1939, luego de la devastadora guerra civil, de la que Zaragoza no resultó indemne, se añadió a la plaza un terreno obtenido de la demolición de 21 calles, plazas y plazuelas. Se consiguió así el aspecto que hoy se conoce de la plaza: un amplio espacio rectangular con jardines, arbolado y aparcamientos.​ En la década de 1980 los alcaldes zaragozanos Francisco Caballero, Luis Gómez Laguna y Antonio González Triviño, promovieron la destrucción de jardines y arbolado, para en su lugar construir un aparcamiento subterráneo. Como parte de su proyecto, se trasladó el monumento a los caídos al cementerio de Torrero. También se descubrieron ruinas romanas en la contigua plaza de la Seo, lo que dio origen al museo del Foro Romano de Caesaraugusta. En 1989 se realiza la última transformación de la plaza, que la convierte en un inmenso erial de granito, y se colocan torres metálicas para la iluminación general.

Por último, en 1991, el ayuntamiento ordenó la colocación de la fuente de la Hispanidad en la plaza, como parte de las celebraciones por el V Centenario del Descubrimiento de América.

Descripción

Se trata de una de las plazas peatonales más grande de Europa. Su diseño enteramente peatonal no permite el cruce de automóviles, por lo que la Plaza del Pilar se ha convertido en lugar de recreo para los zaragozanos y visitantes.​ A ella se accede por las calles Alfonso I y Don Jaime I, por algunas callejuelas del casco histórico, por la avenida de César Augusto y por el paseo de Echegaray y Caballero.

Algunos de los eventos más importantes que se realizan en la plaza durante el año son las fiestas del Pilar, la ofrenda de flores a la Virgen, los festejos por el Año Nuevo y gran cantidad de conciertos y actos culturales.